viernes, 27 de agosto de 2010

Epistemología Jurídica: Concepto, juicio o proposición y silogismo o razonamiento.

Luis Mendoza Cruz




Epistemología Jurídica



Concepto, juicio o proposición y silogismo o razonamiento.







Ha quedado entendido que, pensamiento es una especie de representación intelectual, producto del acto de pensar, que consiste en una actividad que recae sobre representaciones internas (sensibles o cognoscitivas) previamente adquiridas.



Ahora tenemos que, concepto, proposiciones y razonamientos son consideradas las tres formas básicas del pensamiento como lo expone el autor Pedro Chávez Calderón en el libro “Lógica, Introducción a la ciencia del razonamiento”.



El citado autor aborda el concepto desde el punto de vista etimológico, así como desde las apreciaciones del neokantismo, del materialismo dialéctico y conforme a la filosofía tradicional, y se advierte que hay un punto de partida para ello, ya que coinciden en la existencia de un objeto o clase de objetos con determinada identidad o característica, misma que es advertida por el humano naciendo con ello el concepto, dígase a través de la representación mental, la cristalización del conocimiento, un punto de vista, o de operaciones del sujeto consciente, así el concepto es la fijación intelectual primaria que se le atribuye a un objeto o conjunto de objetos partiendo de su identidad o características únicas y determinadas, que lo o los hace diferente(s) con relación a otro(s) objeto(s). El concepto es un trabajo intelectual, meramente subjetivo, que parte de lo objetivo (una realidad), y que se va transmitiendo de humano a humano.



Aquí podemos decir que, cada quien puede tener un concepto distinto de un mismo objeto y eso no significaría precisamente que estuviera equivocado, aunque es innegable que cuando una mayoría de humanos conciben un concepto similar respeto a un mismo objeto, es el que se adopta y se hace de uso común, pero eso no significa que deba ser incuestionable, todo es perfectible.



Hay que reconocer la diferencia gramatical entre “concepto” y “término”, entendido este último como la expresión gramatical del primero, o dicho de otra forma, el término es la comprensión del concepto expresado y el concepto es lo que se tiene fijado en la mente, sin necesariamente exteriorizarse.



Se ha de referir a las llamadas “operaciones auxiliares” del concepto, sin las cuales serían imposible arribar al mismo, como son: la observación atenta del objeto a conocer, la abstracción y la reflexión del entendimiento sobre las representaciones adquiridas al momento o con antelación.



Asimismo, es importante destacar las dos propiedades del concepto: la comprensión y la extensión, vistas desde el punto de vista cualitativo y cuantitativo, respectivamente. Por cuanto a la primera no tuve mayor problema para entender lo que significa, pero lo que no me quedaba claro era lo relativo a la extensión, ya que el autor lo define como:



“La extensión (lógica) de un concepto es la clase de los individuos determinada por la comprensión del propio concepto."



La idea resulta más clara cuando analizamos el siguiente ejemplo:



“Felino mayor extensión y menos comprensión que gato. Gato menor extensión pero mayor comprensión que felino”



Hay una gran diversidad de clases de conceptos, como son: los subordinados y coordinados; individuales, genéricos y específicos; supremo; homogéneos o heterogéneos; contrarios y contradictorios; dependientes o independientes; positivos, negativos y privativos; categoremáticos y sincategoremáticos; posibles e imposibles. En cambio, los términos se pueden clasificar en unívocos, equívocos y análogos.



Una vez que un concepto es adquirido se convierte en predicamento, o sea, un instrumento de predicación. Los Predicables son las distintas formas en que un concepto puede predicarse.



También se aborda lo relativo a las categorías particulares y generales del concepto. Las categorías particulares son conceptos que tienen la mayor extensión de un área o dominio de conocimientos, de manera que lo abarcan por entero, y por categorías generales se entienden ese grupo de conceptos de extensión máxima y comprensión mínima, de manera que cualquier serie conceptual cae finalmente bajo la extensión de uno de ellos.



JUICIO O PROPOSICIÓN.



Así como el término, es la expresión gramatical del concepto, el enunciado es la expresión lingüística de la proposición, revistiendo está mayor importancia entre el concepto y el razonamiento, ya que según se entiende un concepto por sí sólo no cobra vida , y el razonamiento es un proceso para arribar a la proposición que es la materialización de lo anterior, se puede hacer un gran razonamiento pero si no se sabe transmitir la idea fundamental, la conclusión, se queda trunco el esfuerzo intelectual. Lo aprecio como un lienzo pintado, el pintor tenía en su mente un “concepto”, que lo fue desarrollando con el pincel en mano en el lienzo, hasta que lo concluye y entonces podemos apreciar una obra.



Una propiedad exclusiva de las proposiciones es la verdad o falsedad del contenido de las mismas, que no se da en las otras clases del pensamiento.



Los elementos de la proposición que nos interesan podemos apreciarlos desde un análisis tradicional (sujeto y predicado-conceptos objetivos- y la cópula- concepto funcional-) y conforme a un análisis moderno (no sólo hay relación entre sujeto-predicado, sino que también puede ser entre sujeto-sujeto, o sujeto- relación-sujeto, o dos sujetos-un predicado relacional. Ambos análisis tienen bases racionales, el tradicional tiene una base lógica de las clases y la moderna se inclina por la lógica entre las relaciones.



Conforme a la lógica tradicional, el verbo ser o la cópula, puede dar lugar a diversas interpretaciones que son: igualdad, pertenencia, inclusión, predicación y atribución existencial.

Una proposición a mi entender debe ser clara, para transmitir en la forma más precisa el razonamiento adquirido sobre determinados conceptos que culminan con una conclusión.



RAZONAMIENTO.



El razonamiento lo hace consistir el autor en relacionar unos conceptos con otros, encadenados a varias proposiciones, de tal manera que una de ellas se apoya en las demás, lo cual entiendo como un enlace de conceptos íntimamente relacionados, que originan una conclusión, guardando unos conceptos un carácter de supremacía o subordinación respecto de los otros, aunque me pregunto si cabe la posibilidad de que haya una relación de igualdad entre dichos conceptos.



El argumento es una entidad lingüística que se emplea como expresión del razonamiento y se entiende aquel como una cadena de dos o más enunciados relacionados de manera que uno de ellos de ordinario el último, se deriva de los demás.



Los elementos del razonamiento son; la materia (proposiciones, una es la conclusión y las otras las premisas) y la forma (relación derivativa-consecuencia-).



En el razonamiento se debe distinguir la forma (estructura del razonamiento) y el contenido (de las proposiciones), siendo la primera la que interesa a la lógica.



Como se estableció previamente, la verdad o falsedad es una propiedad exclusiva de las proposiciones, y de la misma forma, la validez o invalidez es una propiedad exclusiva de los razonamientos por su forma.



Hay diversas clases de razonamientos, como son: los ciertos y probables; simples y compuestos; deductivos e inductivos; transductivos y analógicos (estos últimos derivados respectivamente del deductivo e inductivo)



Entre los razonamientos deductivos, hay una variante denominada inferencias inmediatas, cuya conclusión se deriva de una sola premisa.



Ha de reconocerse que el desarrollo de este tema es más complejo de lo esperado, a la primera impresión, las palabras: concepto, razonamiento y proposición suenan sencillas, pasando por alto todo lo que conllevan, sus clasificaciones, la importancia de entenderlas ya no perfecta, sino moderadamente para hacer de ellas un sano recurso, sea en la investigación y/o ejercicio de alguna ocupación u oficio donde revisten una primordial relevancia, pero sobre todo en el lenguaje ordinario de humano a humano, donde el principal problema es precisamente la falta y/o errónea comunicación entre los interlocutores, no saber trasmitir las ideas o conceptos realmente generados.



Es notable que los tres formas básicas del pensamiento son importantes, pero la cumbre de ellas es sin duda la proposición o juicio que es donde desembocan los frutos del razonamiento, partiendo de un conceptos o conceptos, y es precisamente la proposición que nos interesa sea un resultado maduro y comprensible.



Bibliografía

Chávez Calderón, Pedro. Lógica: Introducción a la Ciencia del Razonamiento. Publicaciones Cultural, Segunda Edición. México D.F. 2002. 350 pp.

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